Fortaleciendo la Voluntad

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Educando la Voluntad

Este tema es muy importante pues por medio de la educación de la voluntad podremos emprender cambios para bien y conseguir lo que nos proponemos. Definiremos brevemente que es la voluntad: Voluntad es la facultad de decidir y ordenar la propia conducta; siendo la conducta el conjunto de comportamientos observables de la persona.

Podemos preguntarnos por tanto ¿cuáles son los principales actos que definen nuestro comportamiento?, por ejemplo el día de hoy, hagamos un paréntesis y observamos: ¿En qué hemos dedicamos nuestro tiemponuestras acciones fueron de que tipo, hicimos un buen trabajo, ayudamos a otros o pensamos en nosotros mismos, somos positivos o más bien hemos actuado negativamente, lo que hice el día de hoy me ayuda a realizarme, cómo persona, esposo (a), padre o madre, ciudadano e hijo de Dios?.

Estas son preguntas importantes que pocas veces nos hacemos y en muchas ocasiones no nos damos cuenta que es necesario hacer una evaluación de nuestros actos, el agitado mundo que nos rodea y todas las influencias negativas que recibimos hacen que nuestra conducta no sea la adecuada. Nuestra conducta es motivada, obedece a una causa, a estímulos físicos y sus respuestas fisiológicas, motivos psicológicos, sociales, espirituales y culturales. Analicemos por tanto la mayoría de sucesos que miramos y vivimos en el día a día: relativismo, stress, preocupaciones, amor por el dinero, corrupción, mentira, egoísmo, delincuencia, indiferencia, sexualidad, etc. Podemos mencionar que el pecado es el gran causante de todo esto, un alma sin pecado no origina, división, odios, peleas, ¿Cómo enfrentar desde mi mismo, esta avalancha que está dañando a las personas y a la sociedad?

Una primera acción para enfrentar este ataque es tener una fuerte y correcta voluntad. Muchos se preguntaran: ¿cómo puedo fortalecer mi voluntad?, les damos aquí algunos consejos, que si son llevados a la práctica podrá ayudarnos en fortalecer nuestra voluntad.

Orden: Si no tenemos orden comenzando por nuestro cuarto, casa, agenda, trabajo, proyectos, etc., no lograremos conseguir nuestras metas, conseguir algo estable y duradero implica esfuerzo y este comienza por hacer las cosas siguiendo un orden. De este orden definiremos claramente y podremos elegir de mejor manera nuestras prioridades, el orden nos permite identificar rápidamente las fallas o errores, tener ideas claras y poder solucionar los problemas. Lo mismo en nuestra vida espiritual, debemos fijarnos metas, hay que dar los pasos necesarios para lograr esas metas.

Fortaleza: Comienza alcanzando pequeños pasos o metas y a fin de fortalecer tu voluntad, por ejemplo conviene reafirmar la fuerza de voluntad, si tienes ganas de un chocolate, no lo comas; o si deseas ver tv no lo hagas, al hacer estos pequeños sacrificios estamos fortaleciendo nuestra voluntad, resulta algo difícil empezar por metas grandes. Sin embargo si haces pequeños sacrificios día a día podrás fortalecer tu voluntad y podrás luego alcanzar metas más grandes.  

Constancia: Cuando empiezas una tarea o labor, no la dejes a medias, acabala, termínala, cumple con tu objetivo, esfuérzate da lo mejor de ti, si lo que haces es conveniente también será para beneficio propio y de los demás. Se fortalece la voluntad cuando tenemos que hacer varias cosas y comenzamos por la más difícil, así estamos dejando de lado el desgano, pereza o apatía, de esta forma conviene esforzarse. De igual modo cuando empezamos por algo difícil, nos quedará mayor satisfacción de haber culminado esta tarea o labor, cuando se comienza por la fácil, a veces se nos hace más difícil continuar y comúnmente es aquí cuando se dejan las cosas a medias.

Motívate. Es fácil encontrar personas sin metas sin objetivos, existe poca constancia para adquirirlas, si yo no hay una motivación para alcanzar esas metas, entonces las fuerzas están disminuidas, estar motivado no es sólo “desear” hacer las cosas, sino saber que estoy haciendo lo correcto, qué es lo mejor para mi familia, para mi persona. Estar motivados significa también aceptar humildemente nuestras derrotas, dar gracias por los éxitos y proponernos ser mejores el día siguiente. Muchas madres solteras sacan adelante su hogar pues tienen la motivación de que sus hijos estén bien, tengan educación, salud, etc. ¿Cuál es tu motivación?, cabe preguntarse aquí si Dios es una motivación para ti, Cristo debe ser tu principal motivación pues de Él venimos y a Él vamos, y no hay amor, ni voluntad más grande y perfecta que la que tiene Dios para nosotros.

Educa a tus hijos en la voluntad. Muchos padres que centran la educación exclusivamente en los conocimientos, en los idiomas, en las habilidades musicales o deportivas, o en cosas semejantes, los padres solemos dar más importancia a educar la inteligencia que a educar la voluntad, y en eso creo que nos equivocamos. Pienso que si se educara realmente la inteligencia no habría problema, porque cuando las cosas se entienden con claridad y a tiempo, la voluntad se dirige a ellas sin muchas dificultades. Lo que pasa es que a veces se busca sobre todo insuflar conocimientos en vez de en educar realmente la inteligencia. A veces parece como si la inteligencia fuera el don mejor distribuido, al menos si nos atenemos al escaso número de personas que se quejan de la porción que les ha correspondido en el reparto. Pero cuando un chico es realmente inteligente, enseguida se da cuenta de que sin desarrollar su voluntad apenas hará nada en la vida, y que, si no se esfuerza, lleva camino de ser uno más de los muchos talentos malogrados por usar poco la cabeza. Con razón se ha dicho que no hay criatura más desgraciada que una gran cabeza huérfana de voluntad, porque esa gran inteligencia, suponiendo que exista, se pierde sin remedio (1)

La Gracia Santificante y la Gracia Actual. Real y verdadera, cuando creamos que nuestras fuerzas no nos alcanzan o que el mundo va en contra nuestra, recibamos la ayuda de Dios que viene en nuestro auxilio, la Gracia Santificante desarrollándose en el alma produce una vida en cierto modo divina, como si nos pusieran en las venas una inyección de sangre divina. La gracia Santificante es la vida sobrenatural del alma. La Gracia actuales, que son auxilios sobrenaturales transitorios, es decir, dados en cada caso, y nos son necesarios para evitar el mal y hacer el bien, en orden a la salvación.

Por tanto cuando experimentamos el debilitamiento de la voluntades difícil romper con nuestras ideas, costumbres o rutina, vamos cayendo en ella sin darnos cuenta, frecuentemente no reconocemos nuestra condición de necesidad de Dios o lo buscamos a nuestra manera, y pensamos que los verdaderos necesitados son aquellos que hacen cosas peores que las que hacemos nosotrosAceptar nuestra necesidad de Cristo es la primer condición o el primer paso para la dominar nuestra falta de voluntad y buscarlo, pues nada de este mundo podrá llenarnos más que Dios, pues cuando nuestro espíritu esta libre tiende a ir donde su creador, el cual es el camino que todos tomaremos, pero mientras estamos en esta vida, los vicios, las preocupaciones, la soberbia o soledad, trata de atar a nuestro espíritu que va en busca del sumo bien, y nos llenamos de otras necesidades las cuales nos hacen felices un momento, pero en el fondo nos deja vacíosPor ello sigamos lo que nos dice San Pablo en su carta a los Colosenses: 3,1-4 Hermanos: Puesto que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios. Pongan todo el corazón en los bienes del cielo, no en los de la tierra, porque han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, vida de ustedes, entonces también ustedes se manifestarán gloriosos, juntamente con él.

Tarea: Proponte esta semana fortalecer tu voluntad, analiza día a día toda esta semana. ¿En qué hemos dedicamos nuestro tiemponuestras acciones fueron de que tipo, hicimos un buen trabajo, ayudamos a otros o pensamos en nosotros mismos, somos positivos o más bien hemos actuado negativamente. Evaluemos luego si hemos mejorado o no y propongámonos seguir mejorando con la ayuda de Dios.

Videos: La Voluntad 1 y Voluntad 2

Palabra: Salmo 10,07,09,10,36       Apocalipsis 2, 17,             1ra carta de Pedro 4, 2

 

  1. Una educación inteligente. Escuela Hacer Familia
  2. ANTONIO ROYO MARÍN, O.P.: Somos Hijos de Dios, 1º, III, 4. Ed. BAC. Madrid, 1977